El aislamiento es para la construcción sostenible. Consiste en la herramienta más eficaz para conseguir la eficiencia energética de las edificaciones, centrada en el ahorro de energía y la reducción del consumo. Es imprescindible, puesto para lograr edificaciones eficientes, así como una correcta impermeabilización. El objetivo es alcanzar un gasto reducido de energía a lo largo de la vida útil del edificio. Por tanto, las soluciones constructivas deben presentar una absorción de humedad inferior al 1% en volumen y ser estables, resistentes y duraderas.
Un elemento utilizado para el aislamiento es el poliuretano, que posee ventajas por su durabilidad, que los convierte en una opción muy rentable. Además, permanecen inalterables a lo largo del tiempo, y apenas necesitan mantenimiento. Por otro lado, su ligereza supone un importante ahorro en el transporte y almacenamiento, a la vez que no suma casi peso a la estructura. Así como también, el poliuretano alcanza sus más altas prestaciones térmicas con capas de muy poco espesor, con relación a otros materiales, sin reducir el espacio interior, cuando no es posible aislar por el exterior.