Es un tipo de cimentación superficial, que puede ser utilizado en terrenos razonablemente homogéneos y de resistencias a comprensiones medias o altas. Consisten en un ancho prisma de concreto, situado bajo los pilares de la estructura. Su función es transmitir al terreno las tensiones a que está sometida el resto de la estructura y anclarla.
El correcto dimensionado de las zapatas aisladas, requiere la comprobación de la capacidad portante de hundimiento, la comprobación del estado de equilibrio (deslizamiento, vuelco), y de resistencia de la misma y su asentamiento diferencial en relación con las zapatas contiguas. Cuando no es posible emplear zapatas, se recurre a cimentación por pilotaje o losas de cimentación.
Al construir una zapata aislada, se deben independizar los cimientos y las estructuras de los edificios ubicados en terrenos de naturaleza heterogénea, o con discontinuidades, para que las diferentes partes del edificio tengan cimentaciones estables. Constructivamente, conviene que las instalaciones del edificio estén sobre el plano de los cimientos, sin interceptar zapatas o riostras.
Respecto al plano de apoyo, se fija teniendo en cuenta el informe geotécnico, sin alterar el comportamiento del terreno bajo el cimiento, a causa de las variaciones del nivel freático o por posibles riesgos debidos a las heladas. Se debe llegar a una profundidad mínima por debajo de la cota superficial de 50 u 80 cm en aquellas zonas afectadas por estas variables. El informe geotécnico proporciona información sobre la resistencia a compresión de los estratos, mediante el cual, es posible decidir el estrato más adecuado teniendo en cuenta la heterogeneidad del terreno y el coste de construcción de los diversos tipos de cimentación.
Si se tratase de un edificio de junta estructural con soporte duplicado (dos pilares), se procede a efectuar una sola zapata para los dos soportes. En cuanto al hormigón, generalmente se recomiendan bajo condiciones usuales, usar hormigón de consistencia plástica, con áridos de tamaño alrededor de 40 mm. En la ejecución, antes de echarlo y de colocar las armaduras, disponer en el fondo una capa de hormigón pobre de aproximadamente 5 cm. de espesor. Para todo tipo de zapata, el plano de apoyo de la misma debe quedar empotrado 10 cm. en el estrato del terreno.
