El mantenimiento de empresas es fundamental para su buen funcionamiento, garantiza que las instalaciones se encuentren en óptimo estado. Un buen mantenimiento puede resumirse en calidad, seguridad, eficiencia, eficacia y rentabilidad al ser realizado por personal capacitado. Para este objetivo se puede realizar una inspección de planificación de mantenimientos, y organizarlos en periodos, o realizarlo cuando ocurre alguna situación inesperada.
El mantenimiento no solo se realiza en función de solucionar algún problema, sino que; su fin es prevenir fallas y así evitar imprevistos. Estos pueden ser:
Preventivos: Se planifica a realizarse en los puntos vulnerables de la infraestructura de la empresa, destinado a evitar fallas o averías. Se realiza en condiciones normales, o sea, cuando aún no se vuelve un problema. Reduce los mantenimientos correctivos e imprevistos.
Correctivos: Se realiza para arreglar alguna falla. La misma se realiza en condiciones anormales, o sea, cuando ha surgido el problema.
Predictivos: Se realiza para conocer el estado actual de la infraestructura de la empresa, para identificar vulnerabilidades y predecir futuros problemas, programando el mantenimiento.