Hoy en día elegir un terreno no es tarea simple, se debe de tener en cuenta muchas condiciones necesarias antes de denominarlo como bueno o malo, por eso se hará un análisis descriptivo referente a todo lo que se debe de tener en cuenta para la adquisición de un terreno en el cual se pueda llevar acabo todo tipo de edificaciones.
Lo primero de todo es llevar a cabo una búsqueda que permita diferenciar entre suelo rústico y suelo urbano o urbanizable. Esto es primordial, porque el suelo rústico no suele reunir las infraestructuras necesarias (suministros de electricidad, agua, saneamientos…) y no es edificable. Por su parte, el suelo urbano ya dispone de esas dotaciones básicas, y el urbanizable aparece dentro del plan de ordenación urbanística como aprobado para construir, aunque precisa del desarrollo previo de un Plan Parcial y de un proyecto de reparcelación para poder construir. Además del suelo, también es necesario prestar atención a otros parámetros como el porcentaje de ocupación (parte de la parcela que se permite ocupar por la edificación) y la edificabilidad (máximos m2 que podrá tener la vivienda a construir sobre el rasante). Es recomendable buscar el asesoramiento de un experto. Una vez que ya están seleccionado el terreno, es necesario buscar asesoramiento. Además, podrá proporcionar una estimación general sobre los costes de edificación, lo que ayudará a establecer los primeros contactos con las entidades bancarias para plantear una hipoteca, y, por supuesto, se encargará de hacer el proyecto. También conviene contar
con el consejo legal de un abogado, que dará asesoramiento en todas las fases del proceso e indicará las diligencias que deben formalizarse en cada momento.
Comprar un terreno es una buena decisión la mayoría de las veces. La tierra tiende a valorizarse con el paso del tiempo. Es un hecho que muchos inversionistas y personas que conocen bien. Sin embargo, también es cierto que para comprar un terreno hay ciertos factores o elementos que deben tenerse en cuenta.
Evaluar la ubicación. La ubicación es uno de los factores más importantes a evaluar el momento de comprar un bien inmobiliario cualquiera, ya sea un terreno o una casa. Se debe considerar que la ubicación puede elevar el valor de tu propiedad, o depreciarla de una forma drástica. Por ejemplo, la ubicación en barrios cerrados es diferente a cuando compras en una zona abierta; igualmente lejos de la ciudad puede costar menos que estando a unos minutos. Cuando analizar las ubicaciones debes tener en cuenta elementos cómo las vías de acceso, medios de transportes para llegar y salir al lugar, entre otras cuestiones que te comento más adelante. También se debe de definir el objetivo del terreno demás de la ubicación, otro elemento que va tomado de la mano con este, es el objetivo que persigues con la compra de ese terreno. El uso y la ubicación de definen entre sí. Es decir, dependiendo que para qué quieres el terreno, una ubicación será mejor que otra; de igual manera, ciertas ubicaciones son buenas para ciertas cosas y para otras no. Entonces debes considerar si vas a comprar el terreno como forma de consolidar capital, para construir una casa familiar o iniciar un desarrollo inmobiliario con fines comerciales o residenciales. Según el objetivo, el terreno que analizar puede servir o no. Conocer los servicios también es importante, los servicios disponibles en las cercanías del terreno son vitales para determinar su valor, y si conviene comprarlo o no. Los servicios básicos mínimos que deberías evaluar son: agua corriente, gas natural, alcantarillado y electricidad. Un plus sería que las redes de servicios de cable, televisión por satélite e Internet y otras estén disponibles en la zona.
Entre las ultimas condiciones se podría nombrar las restricciones o categorías constructivas habilitadas. Algunas zonas territoriales tienen restricciones constructivas, o simplemente están habilitadas algunas formas constructivas y otros no. Antes de comprar el terreno averigüe si existen restricciones de cualquier tipo que afecten el terreno. Idealmente se debe de visitar el terreno antes de comprar, para verificar las características y condiciones geográficas del mismo. En cuanto a la orientación del terreno, hay que tener en cuenta que muchos terrenos que tienen largo y anchos no equivalentes, tienen cierta orientación. Hacia el sur, hacia el oeste, etc. Dependiendo de la orientación es mejor para ciertos usos y no para otros. O puede ser que el inmueble que va a construir debe considerar la orientación del terreno, para (por ejemplo) sacar el máximo provecho de la iluminación y las corrientes de aire.
Para construir casas o edificios los mejores terrenos son aquellos que están orientados hacia el sur, pues beben mucha energía solar y esto puede significar un ahorro en facturas de servicios eléctricos en el futuro. Se debe de chequear el tipo de suelo. El tipo de suelo puede impactar de forma significativa en el precio del terreno, por múltiples razones. Algunos terrenos son mejores para actividades productivas, mientras que otros son tan firmes que solo son dados a construir en ellos. Lo peor que te puede pasar es que compres un terreno con un objetivo y luego no puedas llevarlo a cabo porque el suelo no es el adecuado. Por eso mismo, antes de comprar deberías encargar la realización de un estudio geotécnico, y asegurarte que vale la pena invertir en ese terreno. La pendiente del terreno es uno de los tantos factores que se debe de tener en cuenta. La inclinación del terreno puede favorecer mucho tu inversión, o “echarla por tierra”. Así que confirma que tan pendiente es el terreno que quieres comprar, y a qué lado de la montaña se encuentra. Si estás pensando en comprar un terreno para construir, debes considerar que en ocasiones la pendiente puede ser un factor que encarezca el proceso. Ya que tu edificio debe adaptarse al terreno, o realizar un proceso de movimiento y control de tierras que es costosísimo.