En las viviendas las grietas pueden estar presentes en el interior o en el exterior. En el interior son más visibles en paredes y techos, aunque puede haber algunas escondidas por el papel tapiz, pero también es aparecer grietas en el piso, por lo que se debe estar atento a cualquier cambio que se produzca en el piso, ya sean superficies irregulares o ligeras elevaciones. Las grietas en los muros exteriores son raras, y requieren mucha más fuerza para crear esta cantidad de daños.
Al localizar la grieta, se analiza su tamaño y profundidad, lo cual determinará las formas de arreglarse, así como también se tiene en cuenta su ubicación. Se pasa a optar por el material necesario para la reparación de las grietas. Lo recomendable es siempre, retirar cualquier residuo como trozos de cementos rotos o agrietados y polvo, para facilitar y dar mayor superficie a la adherencia del revestimiento.
A continuación, se procede a la aplicación del líquido en la grieta y alrededor de los bordes de la misma. Se aplica el material vinílico en varias capas siguiendo las instrucciones de uso del fabricante y se presiona con firmeza para que la capa inicial penetre en la grieta, se deja un tiempo de secado entre cada capa.
Otra opción es, aplicar una mezcla de cemento en las grietas finas si son lo suficientemente anchas como para aceptar arena. Lo ideal es pintar el interior de la grieta con la mezcla de cemento más aguada y posteriormente, se introduce bien la masa de cemento y se alisa la mezcla. Se deja reposar por aproximadamente una hora y, luego, se pasa la llana por toda la superficie con movimiento circular, integrándolo con los alrededores.
Una vez la grieta tapada y con el relleno seco, se podrá aplicar sellador impermeable para cemento, para proteger al concreto de cualquier filtración de agua.
